Fruta en su punto: ¿cómo saber si está realmente madura?
Aprende a identificar cuándo una fruta está madura y lista para comer. Descubre señales clave como el color, la textura y el aroma.

Características de la fruta madura
La fruta madura es más fácil de digerir y, además, es más sabrosa y dulce, porque contiene más fructosa (el azúcar de las frutas). Aunque se trata de una cuestión muy compleja, ya que cada fruta, variedad, etc. tiene unas particularidades y características propias, aquí te vamos a dar unas claves a tener en cuenta para escoger la pieza perfecta.
Normalmente, la piel suele ser un indicador a la hora de saber si la fruta está madura. La piel es la parte más expuesta de la fruta y es sensible a la luz, así que los frutos que tienen pieles brillantes son más maduros. Además, una piel suave al tacto (ni demasiado dura ni blanda) y una textura igual de suave y jugosa suelen significar que la fruta está en su estado óptimo de maduración.
Por otro lado, observa el color: la fruta está madura cuando tiene un color vivo; además, presta atención a su aroma, ya que la fruta madura ofrece un olor dulce y agradable; y por último, si pudieras, prueba su sabor, que es inconfundible: la fruta madura tiende a ser más dulce debido a la conversión del almidón en azúcares. Por tanto, si tiene un sabor poco dulce, es probable que aún no esté madura.
El melón
Si hablamos de la variedad de melón piel de sapo, por poner un ejemplo, lo ideal es que su color sea verde medio con ligeras manchas de color amarillo. Generalmente, con esta fruta, si tienes dudas entre dos o más piezas, escoge la que tenga mayor peso, porque será el que más agua tendrá y, por lo tanto, más jugosidad y sabor.
La sandía
Empezando por el color, el mejor momento para comer una buena sandía es cuando está de un color más verde oscuro. Sin embargo, hay que tener en cuenta de qué variedad se trata, pues esto puedo cambiar. Por otro lado, lo ideal es escoger la que presente menos grietas o golpes. En caso de que tenga muchas, puede ser señal de que no ha recibido el agua o el sol adecuados y podría verse alterado su sabor. También es importante su peso: cuanto más pese, mejor.

El melocotón
Los melocotones no deben tener manchas ni golpes, ya que la pulpa es muy sensible y se estropea rápidamente. El color es muy importante, y dependerá de la variedad de la que se trate.
Los melocotones amarillos, por ejemplo, deben tener un color amarillo intenso, sin rasgos verdes.
Las uvas
Para saber si un racimo es bueno podemos comprobar si las uvas se aguantan al tallo: si no lo hacen es porque la fruta está demasiado madura, mientras que los granos deben ser blandos pero elásticos y adquirir el color característico de su variedad. En cuanto al interior, las semillas deben separarse fácilmente de la pulpa y el mosto debe mostrarse viscoso y pegajoso.
La pera
A diferencia de otras frutas, muchas variedades de pera no cambian significativamente de color al madurar, por lo que el tacto es la mejor señal. Es importante que la pera no esté blanda en toda su superficie, solo en la zona del cuello. Además, las peras presentan un aroma dulce y agradable cuando están en su estado óptimo.
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