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Calienta una sartén antiadherente grande a fuego medio-alto (sin aceite aún).
Pon la base (tortilla o masa de pizza) y baja un poco el fuego (medio).
Unta directamente el hummus generosamente (es la “salsa”).
Reparte la mozzarella desgarrada con la mano, los cherries, aceitunas y cebolla morada.
Espolvorea orégano, ajo en polvo y un chorrito de aceite de oliva. Tapa la sartén y cocina 6-8 minutos hasta que la base esté crujiente por abajo y el queso derretido (si tu tapa es de cristal, verás el momento perfecto).
Apaga el fuego, añade la rúcula fresca encima (se “cocina” con el calor residual), feta si quieres y un chorrito de crema de balsámico o miel.
1 ud de base de pizza fina
4 ud de 3-4 cucharadas de hummus
1 ud de bola de mozzarella fresca
8 ud de tomates cherry partidos por la mitad
1 ud de puñado de rúcula o espinacas baby
6 ud de aceitunas negras o kalamata
1 ud de láminas finas de cebolla morada
1 ud de chorrito de aceite de oliva + orégano + ajo en polvo
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