Una receta nada ortodoxa. Pensada para los amantes de la comida asiática, pero dando prioridad para utilizar lo que tengamos en la nevera y en la despensa.
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Contamos las verduras y la carne del modo que más nos guste, pero teniendo en cuenta que los trozos no sean demasiado desproporcionados.
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En una sartén grande con fondo difusor o en una paella, empezamos dorando en ese orden: pimiento rojo, zanahoria, carne a tiritas, pimiento italiano, cebolla, champiñones, piñones, fideos. Es importante que la temperatura no baje demasiado por eso no ponemos todo de golpe.
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Cuando tengamos los ingredientes dorados, añadimos las salsas y vamos removiendo en fuego ahora medio. Es importante que liberen los aromas, pero que no se quemen, por ello vamos añadiendo el caldo o agua (que deben estar calientes) y removemos. Cuando todo esté incorporado bajamos el fuego y lo tapamos por unos 6 o 7 minutos (dependiendo de las indicaciones del paquete de la pasta y del gusto de los comensales). Retiramos del fuego, corregimos el punto de sal si nos parece que hace falta y la tomamos.
200 gr de Pasta de fideuá
250 gr de Lomo de cerdo o cabeza de lomo de cerdo
1 ud de Pimiento italiano pequeño
1 ud de Pimiento rojo pequeño
1 ud de Cebolla dulce pequeña o mediana
1 ud de Zanahoria
125 gr de Champiñones Portobello
10 gr de Piñones
1 ud de AOVE ( aceite de oliva virgen extra) unas 2 o 3 cucharadas
30 ml de Salsa de soja
45 ml de Salsa Teriyaki
200 ml de Caldo de carne o verduras o agua (lo que sea que esté caliente)
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