Smokey eye: productos y consejos imprescindibles

¿Qué es un smokey eye y por qué elegirlo?

El smokey eye es un clásico atemporal del maquillaje que nunca pasa de moda. Seductor, intenso y versátil, este estilo de ojos ahumados puede adaptarse tanto a eventos nocturnos como a looks más suaves para el día. Si quieres dominar esta técnica, aquí tienes los productos clave y los mejores consejos para conseguir un resultado profesional.

Los productos esenciales para un smokey eye perfecto

• Prebase de ojos: aplicar una prebase antes de las sombras ayuda a fijar el maquillaje. Además, potencia los colores y evitar que se cuarte la sombra sobre el párpado. 
• Sombras en tonos oscuros: lo básico es una paleta con tonos negros, grises, marrones y nude. Estos colores permiten crear profundidad y difuminar con facilidad.
• Lápiz de ojos cremoso: un lápiz negro o marrón define la línea de las pestañas y sirve como base para intensificar el efecto ahumado.
• Brochas para difuminar: es aconsejable utilizar brochas suaves y redondeadas para lograr transiciones suaves entre colores.
• Máscara de pestañas: un smokey eye no es un smokey eye sin unas pestañas voluminosas y definidas que enmarquen la mirada.

Cómo aplicar un smokey eye paso a paso

1. Empieza con tonos claros. Aplica una sombra beige o nude en todo el párpado como base. Esto facilita el difuminado de los tonos oscuros.
2. Construye el color poco a poco. Comienza con un tono medio en la cuenca del ojo y ve intensificando con sombras más oscuras en el extremo externo.
3. Difumina sin miedo. El secreto de un buen ahumado es difuminar bien. Usa movimientos circulares y suaves para evitar líneas marcadas.
4. No olvides la línea inferior. Aplica sombra o lápiz en la línea inferior de las pestañas y difumina para integrar también la parte de abajo y equilibrar el look.
5. Ilumina el lagrimal y el arco de la ceja. Un toque de sombra clara o iluminador en estas zonas abre la mirada y aporta contraste con las sombras.

Consejos para un smokey eye duradero

1. Prepara bien la piel. Antes de aplicar la prebase de ojos, asegúrate de que la piel esté limpia y libre de aceites. Puedes usar un limpiador suave y un poco de tónico para equilibrar la zona.
2. Usa productos resistentes al agua. Opta por lápices de ojos, máscaras de pestañas y delineadores que sean waterproof. Esto evitará que el maquillaje manche la base con el sudor o la humedad.
3. Aplica las sombras en capas. En lugar de aplicar una gran cantidad de sombra de una sola vez, ve construyendo el color en capas finas. Esto mejora la adherencia y evita que se formen pliegues.
4. Sella con polvos translúcidos. Después de aplicar las sombras, es recomendable aplicar una pequeña cantidad de polvo translúcido sobre el párpado con una brocha para fijar el color sin alterar el acabado.
5. Fija el maquillaje. Remata siempre tu look con un spray fijador. Esto ayuda a mantener todo el maquillaje en su sitio, incluyendo el sombreado, durante todo el día o la noche.
6. Evita tocarte los ojos. Aunque parezca obvio, muchas veces el maquillaje se deteriora por el roce constante. Intenta no frotarte los ojos ni apoyar las manos en el rostro.