Chirimoya: propiedades y beneficios para nuestra salud

La chirimoya es un fruto con forma de corazón y tamaño similar a un pomelo. Su piel, delgada y frágil, es de color verde y se caracteriza porque en ella se dibujan unas escamas que recuerdan a la piel de un reptil. Su carne es blanca, de textura carnosa y sabor dulce, -entre piña, mango y fresa-, tiene muchas semillas negras grandes que se desprenden con facilidad.

Es un producto andino y, aunque es tropical, se cultiva en lugares elevados. De ahí que su nombre, en quechua ‘chirimuya’ signifique semillas frías, por germinar a elevadas altitudes.

Originaria de los Andes peruanos y las montañas de Ecuador, los españoles la llamaron ‘manjar blanco’ cuando la descubrieron en América y fueron los encargados de llevarla a Europa. En la actualidad, España es el primer productor mundial de chirimoya con un 80% del total, principalmente, en la costa de Granada, en los municipios de Almuñécar, Jete, Otivar y Salobreña.

La chirimoya es un fruto que madura entre otoño e invierno, la mejor época para disfrutar de su sabor y propiedades.

España es el primer productor mundial de chirimoya con un 80% del total

Principales propiedades de la chirimoya

- Contiene un 20% de carbohidratos, principalmente glucosa y fructosa. Esto hace que sea una buena fuente de energía y que tenga un mayor valor calórico: una chirimoya pequeña de 200 gramos proporciona 172 calorías.

- Tiene vitaminas del grupo B y vitamina C, así como buenas cantidades de potasio.

- Es baja en grasas.

Beneficios de la chirimoya para la salud

- Contribuye a la formación de colágeno y a la protección de las células frente al daño oxidativo, gracias a su contenido en vitamina C.

- Ayuda a regular la tensión arterial por sus cantidades en potasio y su escaso contenido en sodio.

- También contiene fibra, que mejora el tránsito intestinal. 

- Además, al ser rica en vitamina B6, la chirimoya ayuda a regular la actividad hormonal y junto con la vitamina C ayuda a disminuir el cansancio y la fatiga.