Entrena tu paladar: consejos para explorar y disfrutar de nuevos sabores
El gusto humano se basa en cinco sabores fundamentales: dulce, salado, ácido, amargo y umami, pero la creatividad culinaria y la innovación alimentaria nos permiten ir mucho más allá. En este artículo exploramos qué caracteriza a cada uno de estos sabores básicos y te presentamos formas originales de reinventarlos, combinarlos y sorprender con ellos.

¿Qué tipos de sabores existen?
Nuestras papilas gustativas son de gran importancia para descubrir y disfrutar de los sabores. Oficialmente solo existen cinco sabores y por ello es importante conocerlos y saber cómo innovar e introducir nuevos matices:
El dulce es el sabor que se activa con azúcares como la glucosa, la fructosa, la sacarosa, etc. Es uno de los sabores que más nos gustan porque se asocia con el placer y la satisfacción.
¿Cómo innovar con el dulce?
- Con frutas deshidratadas o fermentadas, como higos secos, mango deshidratado o piña fermentada, que añaden profundidad y matices inesperados.
- En nuevas recetas como curry de arroz con pollo, o bien con garbanzos, como proteínas. Como salsa te proponemos una elaborada con curry, leche de coco y mango.
- Con frutas exóticas o postres como el lichi o postres novedosos como los mochis. ¡El sabor lo eliges tú!

El salado se percibe cuando los receptores de la lengua detectan sales minerales, especialmente el cloruro de sodio; es decir, la sal común.
Otras maneras de disfrutar del salado
- Podemos introducir distintos tipos de sal, como sal rosa del Himalaya, sal ahumada o mezclas de sal con especias. O bien en diferentes texturas, como la sal en escamas.
- Una focaccia saludable nos permite salir del típico bocadillo. Tiene un sabor suave, pero con mucho carácter por el aroma y el sabor de las especias mediterráneas. Se combina a la perfección con tomate seco, aceitunas negras, hummus especiado, cebolla caramelizada o incluso crema de anacardos con pimentón.
- Proteínas vegetales con sabores nuevos: podemos incorporar tempeh crujiente, seitán especiado o legumbres tostadas como topping en platos salados para añadir textura y sabor sin recurrir a productos animales.

El ácido se percibe cuando la lengua detecta iones de hidrógeno (H2). Se encuentra principalmente en los alimentos cítricos, como algunas frutas o productos fermentados, como el yogur.
¿Nuevas ideas para disfrutar de los sabores ácidos?
Podemos aprovechar la vuelta a la rutina para incorporar nuevos productos a nuestra dieta. La kombucha es una fantástica opción: una bebida fermentada con grandes beneficios para la salud, baja en calorías y con probióticos y antioxidantes naturales. Es una gran alternativa a los refrescos azucarados.
El amargo se caracteriza por ser un sabor fuerte y generalmente desagradable, por lo que en un principio suele generar rechazo. Los productos más típicos en los que lo encontramos es el café, el cacao puro o la rúcula.
¿Se puede innovar con el amargo?
La respuesta es sí. El jengibre es nuestra recomendación para que redescubras este sabor: no solo puedes hacer infusiones con este producto, también puedes introducirlo en guisos junto con comino y cilantro.
El umami es un sabor profundo, redondo y persistente, que se encuentra en los alimentos ricos en proteínas y fermentados. En japonés, umami significa literalmente ‘sabroso’ o ‘delicioso’.
Para disfrutar de este sabor e incorporarlo a nuestros platos, te recomendamos introducirlo en un caldo de setas shiitake, en platos con verduras, con fideos de arroz y combinados con proteína vegetal como el tofu o animal como las costillas de cerdo.
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