¿Cómo limpiar el bronce?

Te enseñamos en este artículo cómo limpiar el bronce paso a paso, para que luzca bonito y sin dañarlo. No te pierdas nuestros consejos.

La corrosión del bronce se produce cuando el objeto entra en contacto con distintos elementos externos: minerales, tierra, agua y/o aire. Estos componentes erosionan el metal, creando en él una capa de óxido que lo estropea y lo va oscureciendo.

Cuanto más tiempo pase sin limpiarse un objeto de bronce, más óxido y suciedad del ambiente tendrá. De hecho, si no se trata a tiempo, nuestros objetos metálicos pueden sufrir daños irreversibles. Mantener una rutina de limpieza exhaustiva con nuestras piezas de bronce será vital para conservar dichos objetos en buen estado.


¿Cómo se limpia el bronce?

A continuación, te ofrecemos unos trucos caseros para limpiar el bronce en casa:

  • Con bicarbonato de sodio. Debes preparar dos recipientes: uno con agua y una cucharada de sal y el otro con agua y dos cucharadas de bicarbonato. Introduce, primero, los objetos de bronce en el agua con sal durante unos minutos. Sácalos, y, tras secarlos bien, mételos en el recipiente con bicarbonato. Puedes ayudarte de un cepillo de dientes para eliminar la suciedad. Luego, sácalos y sécalos con papel de cocina para eliminar la suciedad y el óxido.
  • Con vinagre. Ya sabemos que el vinagre es un gran aliado para la limpieza doméstica. Debes rociar vinagre en un trapo y frotar por todo el objeto de bronce. Verás cómo va desapareciendo la suciedad. Luego, seca la pieza bien para sacarle brillo.
  • Con pasta de dientes. Solo debes aplicar un poco de pasta de dientes blanca en un paño y frotar la pieza de bronce hasta retirar los restos de suciedad y devolverle el brillo natural. Seguidamente, retira la pasta con agua y seca la pieza. Puedes usarla también para limpiar la plata o el oro.


¿Cómo limpiar el bronce ennegrecido?

Existen varios métodos para limpiar el bronce ennegrecido. Sin embargo, debemos cerciorarnos de que los objetos son puramente de bronce, ya que si se trata de un metal bañado o chapado en bronce puede que se estropee con los productos que te proponemos:

  • Amoníaco. Puedes añadir en un recipiente con agua una pequeña parte de amoniaco y sumergir la pieza de bronce. Después de dejarlo un tiempo, aclara y seca la pieza.
  • Otra opción es el bicarbonato de sodio, como hemos apuntado antes.
  • Jabón. Suele ser el método más utilizado. Solo debes lavar la pieza de bronce con agua y jabón. Si no consigues retirar la zona ennegrecida puedes probar con un poco de limón o vinagre.
  • Con salsa de tomate y el kétchup. Son dos productos que son grandes limpiadores contra el óxido. Frota la pieza de bronce con un poco de kétchup hasta retirar toda la zona ennegrecida. Luego, aclara la pieza con jabón y agua. ¡y listo!


¿Cómo limpiar el bronce sin dañarlo?

Lo ideal es limpiar el bronce una vez al mes para que no se dañe. Además, también debes tener en cuenta lo siguiente:

  • Evitar la humedad ambiental es fundamental para que no se oxide ni se ennegrezca.
  • En la medida de lo posible, guarda tus joyas u otras piezas de bronce en un lugar seco.
  • También es importante proteger la pieza del polvo. Pasa el plumero por las piezas de bronce para que se luzcan brillantes.
  • No utilices productos abrasivos ni esponjas de acero. Pueden rayar y estropear el bronce de forma irreparable.
  • Además, puedes proteger tu pieza de bronce con una pequeña capa de cera o crema incolora que contenga una silicona especial.

También existen en el mercado limpiadores específicos para metales que vuelven a dejar tu bronce como nuevo. Solo hace falta aplicar el producto como recomienda el fabricante en la etiqueta y utilizar un trapo limpio para sacarle brillo.


¿Cómo limpiar bronce antiguo?

En muchas casas, aún existen pomos de las puertas de bronce, así como tiradores de cajones o vitrinas de ese material.

En estos casos, ser recomienda, en primer lugar, retirar el polvo y la suciedad con ayuda de un paño de algodón limpio y seco. No se recomienda el uso de esponjas para limpiar el bronce, ya que podríamos rayar el metal. Una vez retirada la suciedad, puedes pulir las piezas, con algunos de los métodos descritos anteriormente, y aportar brillo a cada pieza aplicando cera de abeja.

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