Com hem d’usar l’exfoliant corporal?
Descobrix per a què servix l’exfoliant corporal, com l’hem d’usar i cada quant de temps hem d’exfoliar el cos per a tindre una pell suau i saludable. Aprén-ne més ací.

Fa temps que parlem de les rutines skincare i de quina és la base per a tindre una bona pell, la neteja. Sempre que fem una bona neteja i eliminem les impureses, tots els productes d’hidratació, nutrició i reparació que ens posem després faran bé el seu efecte.
I el que hem aplicat a la pell de la cara i que ja tenim molt assumit, ho hem de completar amb un pas més: l’exfoliació corporal.
¿Para qué sirve el exfoliante corporal?
El exfoliante corporal elimina las células muertas y las impurezas. Al igual que un exfoliante facial, este tratamiento contiene granos que eliminan la película opaca que a veces puede cubrir la piel.
Además, la exfoliación de la piel tiene numerosos beneficios como:
- Estimular la circulación sanguínea: los movimientos de la exfoliación son ideales para estimular la circulación sanguínea. Esta acción favorece la producción de colágeno, factor clave para una piel más lisa.
- Renovar las células: al eliminar las células muertas de la piel, la exfoliación favorece la renovación celular.
- Disminuir la aparición de vellos enquistados: una exfoliación regular favorece el crecimiento sano del vello.
- Activar la eficacia de los productos de cuidado de la piel: al favorecer la renovación de la piel, favorece la penetración del producto hidratante o reafirmante que apliquemos después.
¿Cada cuánto es recomendable exfoliar el cuerpo?
La frecuencia de la exfoliación corporal varía según el tipo de piel. En general, una vez o dos veces cada 15 días es suficiente.
Para asegurarnos que hacemos todo el proceso de exfoliación de la piel de forma correcta, lo mejor es seguir estos pasos:
- Ducha de agua tibia: antes de usar el exfoliante, nos daremos una ducha tibia para abrir los poros y ablandar la piel. No debemos usar agua caliente, ya que puede resecar la piel.
- Exfoliación suave: aplicaremos el exfoliante en movimientos circulares suaves por todo el cuerpo, prestando atención a áreas ásperas como codos, rodillas y talones. No debemos ejercer demasiada presión para evitar irritar la piel.
- Eliminar el exfoliante: aclararemos el exfoliante con agua tibia y nos aseguraremos de que no queden partículas en la piel.
- Hidratación: y, por último, después de la exfoliación, hidrataremos la piel con una loción o aceite corporal para mantenerla suave y nutrida.
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