Pueden usarse como plata de aperitivo acompañados de alguna salsa o como guarnición de un plato principal de carne.
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A 200 grados.
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En una cacerola mediana, coloca la leche, el agua y la mantequilla. Lleva al fuego medio hasta que la mezcla comience a hervir.
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Cuando rompa el hervor, añade la harina de trigo de una vez e integra rápidamente hasta obtener una masa uniforme. Cocina la mezcla durante 2 minutos, revolviendo constantemente con una espátula para ayudar a evaporar el exceso de humedad.
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Transfiere la masa al tazón de la batidora y deja reposar durante 2 minuto para que baje un poco la temperatura. Agrega los huevos uno a uno, esperando unos 2 minutos entre cada adición para asegurar una mezcla homogénea. Añade 100 g del queso Gruyère rallado y mezcla bien. Forma pequeñas porciones de masa y colócalas en una bandeja para hornear, dejando espacio entre cada una. también puedes hacerlo con una manga pastelera.
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Barniza las bolitas con un poco de huevo batido y espolvorea por encima el queso restante.
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Hornea durante 20 a 25 minutos, o hasta que estén inflados y dorados. Retira del horno, deja reposar unos minutos y sirve calientes.
120 gr de Queso edam, gruyere o emmental
120 gr de Harina de trigo
125 ml de Leche entera
125 ml de Agua
115 gr de Mantequilla
4 ud de Huevos medianos
2 gr de Sal
1 gr de Pimienta negra molida
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